domingo, agosto 11, 2019

Tengo un pequeño monstruo que era Pacífico y vivía en mi estómago. Luego el monstruo despertó y fue invadido por la felicidad efímera, muy efimera, se mudó al pecho, donde comenzó a adornar imaginaciones y comenzó a drogarse con posibles.
Monstruo vicioso y avaro recibiría luego un golpe de realidad, " nada puede ser tuyo", para recibir una ola de fastidio, de rabia, un poco de odio. hoy en día trato de controlar al monstruo, le digo que no importa, que no todo puede ser nuestro y menos ya, trato de aplicarlo y que se vuelva a tranquilizar, pero es una tarea muy dura, el monstruo está desbocado.

No hay comentarios.:

~音楽~

Pasando por el rojo profundo y punzante al sordo y luminoso azul......